Hoy
mi alma brilla
como sol a mediodía
en un cielo claro
despejado y sereno.
Hoy
el viento es suave y tibia brisa
aromada con rosas y jazmines.
Atrás quedaron las tempestades
y las cuitas y lamentos
se vistieron ya de ausencias...
Hoy
soy hombre nuevo
renovado y fermentado en las tinajas
de los siglos. Erudición desbordada
de mis poros saturados de rocío
y Sofía hoy me abraza
maja y tierna y risueña
sin pretenciones
sin ilusiones
sin aspavientos.
Hoy
los surcos del arado atemporal
son atavios en mi piel desnuda
y desprovisto de ataduras
y pletórico de silencios
voy por las sendas de la vida
a mi propio ritmo, sin mirar atrás
con la vista al frente
con el corazón en mano.
Hoy
el aquí es mi bastión
y el ahora es mi atalaya...
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