La sonrisa que aletea
de tus labios a mis ojos
hace su nido en mis neuronas
y congestiona las sinapsis con endorfinas
que trasforman mi tristeza en alegría.
Y una parvada de placeres
me satura de inmediato
con su vuelo sideral...
La sonrisa que despega de tus labios
y aterriza en mis pupilas...